Ernesto,
un hombre de 68 años, de contextura delgada, fuerte y hábil para el trabajo pesado; engruesa
el listado de los Oficios Varios. Lleva 48 años trabajando como ayudante de carga,
la cual, es una labor ardua, extenuante
y mal remunerada. Él es un experto en el
manejo de mercancías de transporte terrestre. Ha laborado en varias empresas que tratan con mercancías industriales. En los últimos doce años, él trabaja de lunes a sábado (excepto los días festivos o en caso de enfermedad) como ayudante de carga en una empresa de productos alimenticios. El
horario de trabajo lo ha asignado él mismo, ya que, no tiene un contrato directo con la empresa, él
solo recibe un sueldo que depende del trabajo
diario realizado en la bodega.
A las 4:30 de la mañana, Ernesto se prepara
para salir a trabajar, así que, mientras él se refresca con una buena ducha, su
hija mayor le prepara el desayuno y también el
almuerzo sirviéndolo en un porta comidas. Luego, él se viste muy rápido,
desayuna, empaca en su bolso la ropa de
trabajo, los cubiertos para el almuerzo, unas frutas envueltas en servilletas, una lanilla o toalla pequeña y un frasco con
jabón para lavarse las manos después de haber terminado el trabajo.
Cuando el reloj marca las 6:00 de la mañana,
Ernesto se encuentra listo para salir de la casa y tarda alrededor de 45
minutos, en el recorrido del bus, para
llegar a su lugar de trabajo, el cual, está
ubicado en la zona industrial de Girón en un sector llamado Bodegas Garibaldi.
Al llegar, lo primero que hace Ernesto es dar un gran saludo, le encanta
hacerlo, para él, no hay nada más bonito en una persona que tener un buen
semblante al comenzar el día. “- El saludo, es un gesto de cordialidad, de
respeto y sencillez”, afirma. Después,
se dirige a un cuarto pequeño donde se cambia de ropa. Sale rápidamente hacia
la bodega y allí comienza la acción.
El trabajo como ayudante de carga tiene dos
momentos: el primero, se debe esperar a que llegue el vehículo totalmente lleno
de mercancía lista para ser descargada y guardada en la bodega, para ello, es
indispensable el listado de productos o la hoja de inventario, ésta es
entregada por el señor transportador a la bodega. Y, el segundo, se debe cargar el vehículo repartidor con la
mercancía que esté inventariada. Esta labor es supervisada por el Jefe de
Bodega y ejecutada por un grupo de cuatro hombres que no son contratados
directamente por la empresa y se les
conoce como “La Cuadrilla”.
Cada integrante debe cumplir con una tarea en
especial. El primero es el líder. Debe recibir la hoja de inventario que le
entrega el Jefe de Bodega, allí se señala el listado del nombre del producto,
unidades de cada producto, sabor y gramos. Además, es el encargado de recibir
el dinero de “La Cuadrilla” que, al
final de cada tarea, realiza el pago por partes iguales.
El segundo integrante se encarga de subir o
bajar la carpa que tiene el vehículo en la parte de atrás, así se puede sacar o
entrar la mercancía con más comodidad. De esta labor se encarga Ernesto quien
es el más veterano tanto en edad como en experiencia. A él le gusta destacarse,
ya que, por ser el obrero más viejo, no quiere decir que sea un flojo y débil,
al contrario, quiere ser un ejemplo de trabajo consagrado, rápido y, lo más
importante, bien hecho. Él le debe mucho a la labor que ha desempeñado, por
años, como ayudante de carga. Esto
expresa Ernesto con una cara y
semblante amable: “Gracias a Dios me mantengo en buena forma, no me pesan las
manos para el trabajo, desde muy niño conocí cómo se debe ganar la platica, eso
sí, con el sudor de mi frente, todo es cuestión de querer trabajar. Gracias al
trabajito, he ayudado a mis hijos y los he sacado adelante con mucho sacrificio”.
Como es tan hábil, él se sube con mucho cuidado y destreza a la carrocería
del vehículo y debe soltar los lazos que atan la carpa de plástico o de cuero.
Luego, la enrolla y amarra arriba de la carrocería. Esto no es todo, al tener
la carpa amarrada, debe, en la parte de atrás del carro, bajar dos compuertas
que son muy pesadas, lo realiza con la
ayuda del tercer integrante quien las recibe y ayuda a bajar para evitar que se
golpeen con el suelo.
Cuando el carro ya no tiene la carpa, Ernesto
da la orden de descargar la mercancía, (en esta parte del trabajo se debe
contar con: mucha concentración, fuerza y cuidado de no estropear la mercancía.
Para esto, él debe agacharse para sujetar la caja, pasarla por el puente o
Transportador de rodillo puesto alguien de “La Cuadrilla”. La idea de poner el
aparato en el carro es para deslizar la caja hasta la parte de afuera del carro,
en donde, los compañeros de Ernesto
esperan, por turnos, las cajas, las bajan y la ubican en una Zorra metálica que
sirve para llevar la mercancía, una sobre la otra, hasta la bodega. Luego, se
descarga y se lleva hasta el lugar de almacenamiento. Es importante que los
trabajadores tengan habilidad, que sean muy rápidos para terminar la actividad
en un tiempo corto.
Cuando la obra está concluida, “La Cuadrilla”
recibe el pago. La remuneración de Ernesto y de sus compañeros de trabajo
depende de la cantidad de toneladas que se deba subir o bajar del vehículo, así
sea: un camión, camioneta, turbo o tractomula. Las cuatro personas que trabajan
como ayudantes de carga solo están encargadas de manejar la mercancía que sale
o llega a la empresa. Por lo tanto, la bodega es la responsable de verificar la
calidad de los productos que llega en cada viaje y el inventario de la mercancía.
El
trabajo como ayudante de carga tiene, a veces, un horario complicado. En
ocasiones, tanto en el cargue como en el descargue, el tiempo es
insuficiente para terminar el trabajo.
Por lo tanto, “La Cuadrilla” se ha visto
obligada a seguir trabajando en horas que no son de oficina, han tenido que
salir hasta altas horas de la noche. La empresa cubre el gasto de transporte de
taxi, pero esta ayuda ha sido eliminada porque esos empleados no pertenecen a
la nómina de la empresa, ellos son empleados informales. Para evitar que la
salida de los trabajadores de bodega sea tan tarde, el Jefe de Bodega ha definido
que el horario de trabajo sea hasta las 6:00 de la tarde.
Al finalizar el día, Ernesto sale contento con
el pago, va por su bolso y saca de ahí el jabón y la toalla para asearse, se
cambia de ropa y sale de la empresa despidiéndose cordialmente como a él más le
gusta. Va hacia la autopista y toma el bus
rumbo hacia la casa. Él se siente muy feliz porque tiene dinero para
llevar a su hogar y piensa en el día siguiente, en el cual, debe llegar más temprano para continuar con la
rutina de un ayudante de carga.
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Buen trabajo.
ResponderEliminarun hurra por la cuadrilla!!! gran fortaleza :)
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